Aquí me dejo con una foto de mi queridísimo clarienete.
Todo sigue igual, no corre el viento, la arena sigue en su lugar y las colinas no se van. El cielo sigue azul ni una nube, todo parece tranquilo, pero sin embargo basta con mirar al horizonte para ver como las olas aumentan su altura, como se oscurece poco a poco el cielo y no es más que un solo día de lluvia, regará nuestros campos y dará agua a los sedientos, todo lo ligero volará con el viento y una llamada de sentimiento llenará mi corazón.
últimamente las cosas siguen como siempres, no parece haber muchos cambios, ni tampoco muchos planes de futuro aquí seguiremos esperando, mientras respiramos el dulce aroma que nos da la vida.